En el borde del abismo encontré
Una solitaria flor,
Ella, humilde, bella y olvidada,
Sin hacer ningún esfuerzo ni aspavientos
Un mensaje me envió:
-¡Mírame aquí estoy. No necesito a nadie,
Sin embargo, pertenezco a todos y a ninguno
- Soy una parte ínfima del todo, como lo eres tú-
- Estoy aquí por gracia de El, en este risco
Solo visitado por el viento y las aves de rapiña-
- no lo olvides. Tu también estas aquí por su gracia,
No busques demasiadas cosas en tu vida,
En ves de buscar, déjala fluir sin prisa
y lo que necesites vendrá hacia ti,
Tal Como tú llegaste a hacerme compañía
a este solitario y casi inaccesible lugar.
Así, es la vida, como un rió
que encuentra sus afluentes camino al mar.
No te olvides, todos los días de agradecer,
De estar un día mas sobre la faz de este
Hermoso planeta.
No te cuestiones ni critiques, Solo acepta
y entrega lo mejor de ti en cada lugar que estés,
Acuérdate que un día conociste a una minúscula flor, y que ella te mostró,
el valor incalculable de cada cosa y de cada ser
en este mundo.
Porque nada, de lo que fue creado esta de más,
Todo pertenece a la fuente única y divina
del amante más perfecto:
Dios Padre, Nuestro Creador.
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