nadie lo apuñaló, ni siquiera
le dieron una paliza feroz,
lo mató el frío, también le falló el hígado
no soportó una gota más de alcohol,
solo lo conocían por Robertito,
dicen que era servicial y tenía buen humor;
jamás saldrá en el obituario de la página social,
a lo sumo tendrá una misa,
algún amigo de la huella, lo llorará
y pasados algunos días
nadie lo recordará.
Quizás eso es mucho mejor;
porque de otros, nadie sabrá jamás,
pasarán como alma en pena,
no le hicieron daño a nadie,
y casi nadie los vio;
otros pasaran haciendo ruido,
dejando su huella
para bien o para mal;
algunos exigirán su lugar
en este mundo,
por derecho propio, dirán;
al final todos, incluidos
el que menos y el que más;
solo pasaremos,
igual que Robertito,
alguien, quizás nos llorará,
pero pasados algunos días...
la Vida seguirá girando su muela.