Si pudiéramos algunas veces, lo seres pensantes; escapar de la cárcel de nuestros constantes pensamientos. Podríamos ver la diferencia; una gran diferencia. Porque donde creemos que solo esta la noche, esta también el día en forma latente, esperando la oportunidad de nacer;
Donde solo vemos sombras, también hay diferentes tonalidades de luz.
Escapar por unos instantes, unos minutos y o mejor algunas horas, de nuestra mente; nos puede mostrar un mundo nuevo, fresco, calmado, hermoso. Que siempre estuvo ahí, pero no lo veíamos; no sabíamos que existía, porque no nos enseñaron, y creíamos que todo venia del exterior: el ruidoso mundo externo, es todo lo que conocemos.
Pero también está ese maravilloso mundo interno, donde todo es calmo y sin prisas; donde no hay diferencias ni egoísmos; donde tú existes y nada mas necesitas.
Porque ahí esta la paz,
Porque ahí esta la armonía,
Porque ahí mora el Amor,
Porque esa es nuestra verdadera esencia
Y nuestro único y verdadero hogar.
Porque nuestro maravilloso cuerpo, con todas sus intrincadas capacidades y sus múltiples funciones; es solo el receptáculo donde habita, nuestro verdadero ser.