La Muela

Cayó muerto en la puerta de la iglesia
nadie lo apuñaló, ni siquiera
le dieron una paliza feroz,
lo mató el frío, también le falló el hígado
no soportó una gota más de alcohol,
solo lo conocían por Robertito,
dicen que era servicial y tenía buen humor;
jamás saldrá en el obituario de la página social,
a lo sumo tendrá una misa,
algún amigo de la huella, lo llorará
y pasados algunos días
nadie lo recordará.
Quizás eso es mucho mejor;
porque de otros, nadie sabrá jamás,
pasarán como alma en pena,
no le hicieron daño a nadie,
y casi nadie los vio;
otros pasaran haciendo ruido,
dejando su huella
para bien o para mal;
algunos exigirán su lugar
en este mundo,
por derecho propio, dirán;
al final todos, incluidos
el que menos y el que más;
solo pasaremos,
igual que Robertito,
alguien, quizás nos llorará,
pero pasados algunos días...
la Vida seguirá girando su muela.

EL RÍO DEL ALIENTO

Las almas navegan por un río inacabable,

la mente olvida, y tiene que ser recordado,

el Balsero hace la travesía,

desde olvido a la realidad;

y las almas agradecen el viaje;

no hay pago, solo gratitud,

no existe gratitud sin amor.

El Balsero disfruta su trabajo día a día,

los atardeceres se reflejan en su rostro,

en las aguas del río inagotable;

otra vida, otra más,

es llevada a la orilla;

Es invierno, es primavera;

las estaciones no importan;

Otoño en algunos, nieve en otros;

todo camino debe ser recorrido,

solo vale la pena amar, apreciar, agradecer

al Balsero, que es la vida misma,

es el Maestro del Amor,

que habita adentro, muy adentro,

en el corazón de cada amante

hay plenitud, y verdadera paz;

es el río del aliento que nos lleva

de retorno a nuestro hogar

donde habita el ser íntegro,

mas allá de todo pensamiento.

mas allá de lo irreal.

MEMORIA Y OLVIDO

A ese árbol taciturno
que triste te miró al pasar,
Yo lo conozco,
mas bien, lo conocí joven,
ahora da pena verlo
tan robusto y orgulloso era,
a todos daba cobijo
fuera con sol o con lluvia
nada le importaba,
el siempre estaba dispuesto
a ayudar a quien fuera;
en primavera era una fiesta,
que alegre era, bien vestido
y engalanado con flores,
sus perfumes eran tan frescos;
oh,si yo lo conocí cuando joven,
era una fiesta verlo,
tenía tantos amigos.
Hoy pocos se acuerdan de él,
está irreconosible,
ojalá no haga mucho frío
este invierno,
porque alguien
que no lo conozca
como yo lo conozco,
no tendrá ningún miramiento.