domingo, 28 de octubre de 2007

Poema Infinito


Quise a un río imperceptible y me olvidó

El amó también a los otros

Amé mucho a un árbol taciturno en el fondo del patio

A una rosa roja que había en mi jardín.

Amé mucho a la gente, además,

Pero hoy ya no me acuerdo de nada

Porque te vi.

Y todo lo demás fue superfluo, fatuo.

Pero también aprendí

Que en ti estaban el rió, el árbol y los otros

Que no es preciso desangrarse por todos,

Si no amar intensamente a alguien

Y todo lo demás se dará por añadidura…

Y aún después de haber vivido medio siglo

Sigo amando el amor

Mi alma sigue esperando la música

Que la llevará hasta el corazón del dios, de los sueños irrealizados

O quien sea, que me quite esta tremenda necesidad de amar.

No quiero desvelar a nadie

Pero anoche tuve un sueño,

Y en el, mis dedos eran gotas de agua

Que escurrían por mi jardín buscando una rosa,

Mis ojos eran semillas arrastradas

Por un viento inmemorial,

Que nunca supo ni sabrá que yo también estuve aquí.

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